El trabajo en la asociación

Figuras de estaño - El molde

Gussform

Hasta que una figura de estaño encuentra su lugar en una escena, hay que dar muchos pasos. Para los dioramas y las exposiciones, moldeamos figuras planas en varios tamaños. En primer lugar, la figura tiene que ser vertida en el molde. Para ello fundimos en un horno una mezcla de estaño, plomo y varios metales hasta conseguir una aleación especial que, a altas temperaturas y en un cucharón especial, es traspasada a los moldes de pizarra hechos a mano. Aunque estos moldes poseen muchos canalillos por los que tiene que salir el aire del interior, siempre pueden producirse atascos y la pieza queda entonces defectuosa. Sólo aquellas con un acabado perfecto siguen siendo trabajadas. Tras el moldeado, las figuras son pulidas y limpiadas, quedando así a la espera del siguiente paso.

Antes de dar color a una figura, debe eliminarse todo residuo, pues los colores al óleo necesitan una superficie absolutamente limpia para quedar fijados sobre el estaño de forma permanente. En esta fase es necesario tanto paciencia y mano segura, como la lámpara de aumento, ya que, por ejemplo, el iris de una figura de 30 mm de alto tiene tan sólo 0,1 mm. Por otra parte, aunque se pinten modelos parecidos, cada figura debe tener una nota individual, y para ello, cada pincelada cuenta.

Construcción de los dioramas 

Bau der Dioramen

Antes de que las figuras salgan a escena, los dioramas tienen que estar preparados. Estas vitrinas de cristal también las construimos nosotros. En ellas reproducimos escenarios tridimensionales de acontecimientos históricos. Ya sea una ladera, un tejado, la repisa de una ventana o la basura de la calle, todo debe ser hecho a escala. Gracias a diferentes herramientas, materiales y técnicas, recreamos a escala los lugares históricos para mostrar así una imagen lo más fiel posible de épocas pasadas. ¡Así pudo haber sido!


Restauración

Algunas piezas defectuosas “cogen frío y enferman“. Si una mala aleación queda expuesta en algún momento a temperaturas de menos de 17 °C, se desencadena un imparable proceso llamado la peste del estaño. Este proceso degenerativo puede durar años. Al comienzo no es perceptible, pero al final, de la pieza queda sólo un conjunto de escamas grises. Una tras otra vamos retirando estas figuras de los dioramas y sustituyéndolas por otras nuevas.


La guardia en la torre

Debido a las temperaturas, este museo no puede ser visitado todo el año. Desde el tercer sábado de mayo hasta el 3 de octubre, abrimos el museo a los visitantes de todo el mundo. Tenemos entonces ocasión de transmitir nuestros conocimientos e intercambiar nuestras experiencias con los visitantes. Con mucho gusto le recibiremos; si le apetece visitarnos, sea en las salas de la asociación o en el museo, simplemente pase por aquí o contáctenos por e-mail. ¡Nos alegrará!